Para cada espacio de la casa existe el piso adecuado, aquel que nos permite completar el estilo y la atmósfera que queremos crear. Aunque no siempre le damos la importancia debida, el piso es un importante protagonista dentro de los acabados del hogar para elegir la decoración, los muebles y el color de las paredes.
Al momento de elegir el piso debemos hacernos una pregunta principal: ¿para qué y dónde vamos a utilizarlo? Es importante tener en cuenta el uso y algunas cuestionas particulares como qué tan transitado será, con cuánta frecuencia se limpiará, cuánto esperamos que dure, qué tanto se expone a la humedad, agua o sol, etcétera.
Una vez claros estos puntos, podemos pasar a la parte estética, a buscar aquello que mejor quede con el producto final que tenemos en mente.
Analicemos cada uno de los aspectos que debes considerar antes de elegir el piso para cada uno de los espacios de tu casa:
Estado del contrapiso
La calidad de la nueva instalación depende del contrapiso que está debajo. Para obtener mejores resultados el piso debe estar seco, libre de humedad, estable y nivelado. Para instalar un piso de cerámica, piedra o ciertos suelos de madera, es necesario contar con un contrapiso virgen o en su defecto quitar el que ya está. Debes considerar que esto requiere mayor cantidad de obras y gastos.
Tráfico y uso del espacio
La cantidad y tipo de tráfico que se puede esperar tendrá un impacto en el material del suelo que puedas seleccionar. El piso de cerámica o piedra ofrece la mayor resistencia, los suelos de madera son de gran belleza pero de menor resistencia, aunque depende de la dureza de la madera, el tipo y acabado del mismo. Pisos pintados o de vinilo son mucho menos resistentes aunque muy fáciles de colocar.
El color adecuado
Básicamente el color del piso se comporta como el color en la pared: los colores claros retroceden y dan sensación de amplitud; los colores oscuros avanzan hacia quien los ve. En habitaciones chicas conviene colocar placas en diagonal, preferentemente en colores claros para generar sensación de amplitud.
Humedad y temperatura
Especialmente en el caso de suelos de madera, en concreto laminados y flotantes, es importante tener en cuenta la humedad del ambiente para que la madera no se hinche y se dañe demasiado. También los cambios de temperatura afectan al movimiento de contracción y expansión de los materiales.
Estilos y diseño
Con una oferta de múltiples colores, estilos y materiales para elegir, puede parecer una tarea de enormes proporciones. Para limitar el campo se recomienda seleccionar un piso que complemente el estilo general de tu casa. Nada será peor que un evidente choque de estilos. El cambio del piso representa un cambio radical en el diseño, considera una redecoración en miras a un nuevo estilo.
Tiempo y modo de instalación
El tiempo y costo de la instalación es un factor que solemos ignorar en la elección del suelo. Un sistema de adherencia sin pegamento de la tarima laminada flotante puede ser un trabajo de fin de semana y puede ahorrar una gran cantidad de mano de obra. Otros métodos de instalación de suelos son por lo general más complejos y requiere instalación profesional en la mayoría de los casos. Otro suelo de instalación sencilla es el vinílico, que se puede encontrar en baldosas y rollos, siendo un trabajo de unas pocas horas por habitación.
Garantía
Muchos fabricantes y vendedores de materiales para la construcción ofrecen garantías en sus productos, a lo que afortunadamente no escapan los pisos. Pero para que la garantía tenga validez, el producto debe colocarse correctamente según las indicaciones. Cualquier daño que presente el piso debe ser producto de una falla de fabricación y no una mala colocación, por lo que debes tener cuidado y conocimiento en la colocación o contratar a un experto para realizar el trabajo. Que los materiales posean garantía entonces es un punto a tener en cuenta.
Ventajas y desventajas de los tipos de piso
Cerámicos: El piso de cerámica son muy utilizado por su resistencia. Una gran gama de colores, diseños y texturas hacen que este tipo de piso pueda ser adaptado en todo tipo de decoración. Es de muy sencillo mantenimiento por su resistencia al agua. No posee demasiadas desventajas por lo que lo que es uno de los materiales más utilizados. Su única desventaja es el desgaste en lugares demasiado transitados y la dificultad de su instalación.
Vinílicos: El piso vinílico es fácil de limpiar, resistente a la humedad y el agua. Fácil de reemplazar y aplicar sobre otros revestimientos. Es un aislante térmico y eléctrico. Puede afectarlo un poco el uso inadecuado y lucen menos naturales que los suelos que imitan.
Piedras: La piedra es el material más duradero y que mejor resiste el desgaste, las agresiones y el uso constante. Sin embargo, hay que usarlo con cuidado, pues otorga una sensación fría al ambiente. Por ello se recomiendan pisos con base de piedras como el mosaico, complementados con alfombras decorativas, de modo que podamos renovar nuestra decoración cuando y como lo queramos. Los materiales de tipo más rústico, como el mármol o granito, son los más adecuados para ambientes exteriores (patios, jardines y terrazas). Para balcones y terrazas las piedras deben ser livianas y permeables. Los azulejos o cerámicos van mejor en baños y cocinas. Ninguna piedra necesita ser curada, pero sí sellada. Lo mejor es hacerlo con un producto con silicón que no modifique su color ni textura. En el caso del mosaico de granito, es impermeable y altamente resistente. El granito está conformado por una capa de polvos de mármoles y granos pétreos de distintos colores y tamaños que dan a la superficie una apariencia especial y un tanto glamurosa.
Cemento alisado: De la misma forma que un piso de piedra o cerámico, es de fácil mantenimiento y resistente. Se pueden diseñar dibujos, formas y colores a antojo. Debido a esto debe ser aplicado por personas especializadas en este tipo de trabajos. Un correcto trabajo no solo brinda buenos diseños y acabados, sino que también mayor resistencia evitando fácil desgaste y resquebrajamiento.
Madera: Los pisos de madera tiene la ventaja de aportar calidez en casi cualquier espacio. Una correcta colocación, un uso de acuerdo a su diseño y un mantenimiento adecuado, los pueden mantener intactos durante largo tiempo. La vida útil de un suelo de madera es de 50 años. En contra tienen la debilidad de ser susceptible a deformaciones y deterioro por humedad y agua. Requiere de maderas correctamente estacionadas y de buena calidad para garantizar durabilidad.
Ladrillos: los suelos de ladrillos son económicos, combinando en una decoración rústica o en exteriores. Aunque son más sensibles al roce y se desgastan en zonas de elevado tránsito
